Pregúntame mis colores favoritos.
Te diré: negro, rojo y verde oscuro.
El negro; porque la oscuridad predomina en el mundo en este mismo momento. Nos invade, vistiéndonos completamente y sólo dejando salir la luz de nuestro interior en contadas ocasiones.
El rojo; porque nacemos bañados en sangre. Al luchar sin descanso emerge atravesando la piel a borbotones, derramandose en rios que más que nutrir la tierra la contaminan.
El verde, verde oscuro; porque la luminosidad de los brotes recién nacidos se perdió con el tiempo. Ya nada más que quedan plantas marchitas allí donde una vez hubieran arboles fértiles.
Y aún siendo colores que promueven sentimientos oscuros me encantan más que ninguno, porque gracias a la desesperación y la amargura se saborean la luz del sol y los tonos del mundo con una sonrisa y gran deleite.
