NO ES TAN SOLO SOÑAR

He tenido un sueño gratificante. Un mundo lleno de amor y esperanza. En paz, rebosante de alegría, sin miedo ni temor alguno. En el que nuestros caminos se volvían a encontrar, como ahora y quizá como siempre. Porque no sabemos qué compartimos antaño, ni que será ulterior a la muerte. Dirán que se trata de una elucubración desvanecida nada más despertar. Y renegaré de ello, pues siento que es real. Extrañamente real. "Nada real puede ser amenazado". Y que es este plano el que está errado. "Nada irreal existe". Siendo todo mucho más puro que esto que vislumbramos. Nuestros actos darán testimonio de lo que creemos. Así que creamos pues. En nosotras. En el amor. En la verdad. En la paz de espíritu. Y así podrá pasar el tiempo, hasta una eternidad. Y seguiré estando ahí para ti e igualmente sé que tú estarás ahí para mí. Teniendo sueños gratificantes, tanto estando despiertas como estando dormidas.